
¿El marketing relacional funciona en las clínicas dentales?
Empecemos por definir el concepto. El marketing relacional tiene como objetivo generar en las empresas relaciones rentables con sus clientes. Analiza el comportamiento de los clientes y define estrategias que facilitan su relación con ellos, logra que sus experiencias sean más satisfactoria y de mayor rentabilidad. El objetivo de este tipo de marketing es la construcción de relaciones eficientes y a largo plazo con el fin de incrementar y retener su actividad.
Las empresas dan forma a ofertas, servicios y mensajes separados para sus clientes individualmente basados en la información sobre sus transacciones anteriores, información demográfica, psicográfica o sobre sus preferencias. Al centrarse en sus clientes, productos y canales más rentables, las empresas logran un crecimiento rentable y una fuerte lealtad del cliente. Estiman el valor individual y su duración y diseñan su oferta de forma que se adecuen a lo largo de la vida del cliente.
Bueno pues este “rollo” desde nuestro punto de vista es completamente aplicable a las clínicas dentales, de hecho muchos dentistas lo venis haciendo de manera involuntaria (sois incosncientemente competentes, el “mirlo blanco” de cualquier clínica) y otros, conscientes de los nuevos retos del sector, habeis comenzado ya con iniciativas en esta linea.
¿En la práctica que supone? Estar de verdad centrados en el paciente. Ofrecer a cada paciente lo que de verdad quiere y no lo que crees que quiere o mejor sabes hacer. Si sigues este enfoque entre otras cosas conoceras el verdadero coste de captación del paciente, incrementarás la retención de tus pacientes y lo más importante incrementarás sus visitas realizando la mejor práctica profesional.
Si tienes una clínica con un cartera de pacientes importante pero todo esto te suena a chino no lo dudes, llámanos. En ComunicacionDental sabemos trabajar los datos que ya tienes para identificar, calcular, segmentar pacientes y crear las herramientas e infraestructura necesaria para sacar provecho a lo que ya tienes y lo más importante mantenerlo para el futuro.